Hoy hace un año que me jubilé. En este último tiempo he vivido
experiencias maravillosas y conocido gente de " oro ", mechado con
algunos momentos de tristeza y desazón...sólo unos pocos.
He trabajado desde los 17 años. ¿Quién pudiera volver a los 17, no?. Treinta y tres años en el ruedo.
En treinta y tres años me recibí de maestra, tuve mi primer novio, me casé, tuve a mis hijos, hasta viví los momentos tristes de una separación.
Me enfermé, sané, ,me volví a enfermar y volví a sanar, así cientos de veces.
Con
la convicción siempre de ir hacia adelante : Con fe, con trabajo,
intentando ser buena gente, tratando de no lastimar, lográndolo a veces y
otras no tanto.
Amé, amé mucho y alguno me habrá amado, también me mintieron.
Fui aceptada y muchas veces despreciada.
Con la convicción siempre de ir hacia adelante.
¿Tuve
amigos? Pocos. Algunos han tomado por otros caminos, otros se marcharon
dejando en mi una amarga sensación de soledad a veces y otras el dulce
sentimiento de la compañía de mi Dios.
Con la convicción siempre de ir hacia adelante.
Esta soy yo, en esto me convertí a través de treinta y tres años.
Luché
por mis ideales, fui al frente con pocos, me jugué, intentando ser
buena compañera. Nunca quise convencer a nadie de nada, intenté respetar
las demás opiniones, religiones o formas de vida. Sólo supe irritarme
ante la injusticia y ante la falta de libertad.
Con la convicción siempre de ir hacia adelante.
Acerté mucho y me equivoqué más, lloré demasiado y otro tanto me reí: fuerte , fuerte...Con el alma pude abrazar y ser abrazada.
CON LA CONVICCIÓN SIEMPRE DE IR HACIA ADELANTE.